La química orgánica que se estudia en las aulas tiene aplicación en la vida real a través de una serie de productos químicos que se pueden encontrar, prácticamente, en todas partes: teléfonos móviles, portátiles, luces LED; algunos plásticos con los que se fabrican vehículos y aviones, los muebles de resina para las terrazas de verano o los muebles antiarañazos, el policarbonato para la cubierta de estadios o el metacrilato de los acuarios y también medicamentos famosos como la amoxicilina o el ácido acetilsalicílico.
En este vídeo David Calle viaja a las instalaciones de Cepsa Química en Palos de la Frontera (Huelva) para dar a conocer el proceso de obtención de Cumeno, fenoles y acetonas en una planta química real, que es el punto de partida para poder fabricar productos tan cotidianos como geles hidroalcohólicos, guantes de protección, medicamentos, perfumes, velas y hasta el aroma a vainilla.